¿QUÉ VALORAS DE LAS PERSONAS CON LAS QUE TRABAJAS?


Dice W.C Madsen (citado por Ricardo Ramos en su obra "Terapia Narrativa con familias multiproblemáticas", Editorial Morata, 2015) que "El trabajo terapéutico con familias multiproblemáticas  empieza cuando hemos reconocido algo, por pequeño que sea, en lo que podamos admirarlos".

Esta semana hemos completado la cuarta edición de nuestro curso "Herramientas de la Terapia Narrativa en el ámbito de la protección a la infancia", celebrado en Mérida (Badajoz) entre los días 9 y 13 de marzo de 2020. En esta edición hemos podido contar con la participación entre el alumnado de profesionales que desarrollan su labor en contextos como Programas de Atención a Familias, Centros de Atención a Menores o Institutos de Educación Secundaria.

En una de las sesiones del curso, les hemos formulado la siguiente pregunta:


¿Qué valoras de las personas con las que trabajas?

Su respuesta tenía que referirse a aquellas personas con las que desarrollan su actividad profesional, aquellas a las que atienden en su día a día en sus respectivos centros o servicios, sean familias o menores.

Los aspectos dignos de valorar que fueron apuntando quedaron recogidos en la "nube" que se puede observar en la imagen que sirve como cabecera a esta entrada: aceptación, esfuerzo, sobrevivir, lucha, sinceridad, unidad, participación, humildad, colaboración, paciencia, afectividad, alegría a pesar de las circunstancias...

Trabajamos en lo que comúnmente llamamos "contextos complicados", con familias y menores que técnicamente llamamos "en riesgo de exclusión social", "desestructuradas", "multiproblemáticos". Nuestras conversaciones entre compañeros/as a diario se centran a menudo en las dificultades y las problemáticas diversas de las personas a las que atendemos, dejándonos caer poco a poco, y sin darnos cuenta, en discursos narrativos cada vez más saturados de problemas.

Sin embargo, bajo esa narrativa saturada de problemas en la que predominan, sobre todo, las dificultades de la persona, existe otro discurso, otra historia, que no está siendo narrada pero que está ocurriendo igualmente: es la historia de la (repito las palabras de arriba) aceptación, esfuerzo, sobrevivir, lucha, sinceridad, unidad, participación, humildad, colaboración, paciencia, afectividad, alegría a pesar de las circunstancias... En definitiva, los cimientos sobre los que se va a construir (y nunca mejor dicho) nuestra intervención profesional con esas personas.
  

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